Por otro lado, en 2016, el País Vasco obtuvo un registro muy poco alentador en cuanto a  erradicación de racismo se refiere, ya que uno de cada cuatro (129 de 505 casos) delitos de racismo registrados en España eran tan solo en la Comunidad Autónoma Vasca. Aun así, la Ertzaintza añadió que esto se debía a que desde el cuerpo de seguridad vasco dividen los delitos de odio en diferentes sectores (racismo, homofobia, delitos contra ideología...) a diferencia de otras comunidades, por lo que da lugar a datos, a priori, más exagerados; además, dejaron claro que estos registros también se producen porque se denuncian más casos, lo cual invoca el eterno debate de: ¿hay más racismo o es que se denuncia más? 

Gracias a Josune López de Luzuriaga y a Macarena Domaika, ambas responsables del área de comunicación de Cáritas Vitoria, pudimos dar respuesta a diferentes preguntas sobre el racismo en el País Vasco. Una de las preguntas residía en cómo combaten desde Cáritas el racismo, a lo que ambas respondieron que “a través de campañas donde el mensaje es la igualdad o de actividades de encuentro donde se busca la empatía, además de charlas de sensibilización en diferentes centros educativos”. Otra de las preguntas que respondieron fue que por qué creían que una persona podía tener actitudes racistas; Macarena afirmó que “el miedo a lo desconocido, el miedo a que me saquen de mi zona de confort”, a lo que Josune añadió que “el racismo siempre se ha basado en prejuicios y en desconocimiento sobre otras culturas”. Para finalizar, fueron cuestionadas acerca de cómo puede una persona completamente normal, sin ninguna organización detrás, combatir el racismo; tanto Macarena como Josune coincidieron en que la clave para derrocar el racismo yace “en recoger información veraz, sin guiarse por bulos ni falsos rumores dañinos, es decir, intentar desmontar aquellos mitos que tanto nos aterran”.